Este blog presenta una fusión entre la medicina tradicional china (alkimia tradicional Tao), la astrología occidental y el kriya yoga de Babaji. La astroalquimia con fundamento en la medicina china es por primera vez revelada a la humanidad, desde este conocimiento se puede acceder a los planetas en sus signos zodiacales en el cuerpo humano y entrar en sintonía y diálogo planetario, esto sucede a través de los resonadores o puntos de acupuntura específicos y únicos
miércoles, 23 de septiembre de 2009
ENFRENTANDO LA PANDEMIA
Al estar los dos regentes del ascendente Piscis en la casa 12, en el signo de Acuario, retrógrados y en cuadratura con la luna nos hablan de la vulnerabilidad frente a los virus y en especial a la amenaza actual del Ah1n1 o gripa porcina que de una forma invisible y sutil está tomando nuestro entorno y amenazando nuestra fuerza vital. La clave que vemos para enfrentarlo aparte de lo que pueda hacer la medicina farmacológica es retornar a un estilo de vida chamánico y en especial a la terapia del THE MASKAL que se practica en medio de la madre naturaleza.
El THE MASKAL es una catarsis que eleva los mecanismos de defensa y pone en jaque a todas nuestras agresiones síquicas. Consiste en calentar piedras que los chamanes llaman abuelas algo parecido a un baño turco pero con un toque místico y ceremonial donde sacamos nuestras opresiones del alma y el cuerpo y en un estado desnudo y vulnerable alcanzamos la plena sinceridad interior, nos unificamos a la madre tierra y pedimos perdón a la Pacha Mama por la agresión de la especie humana hacia ella.
Ella es la que nos cura. Esto lo decimos porque el gran trígono que tiene Urano con la Luna en Escorpión y Marte en Cáncer presentan estos dos últimos planetas un estado o una situación de recesión mutua, es decir, la Luna en escorpion está regida por Marte y Marte en Cáncer regido a su vez por la Luna pudiendo nosotros llegar a una transmutación tal que la fuerza de Marte podría encontrarse en Escorpión en la casa 9 y la Luna en Cáncer en la casa 5 y así quedarían estos signos (Escorpión y Cáncer) en dignidad.
El problema no son los virus ni las bacterias que existen desde el comienzo de la vida y están por doquier sino nuestro cuerpo físico que al olvidar cultivar la energía vital que los chinos llaman CHI y los hindues PRANA hemos perdido la capacidad de defendernos y esto es todavía más perceptible en las nuevas generaciones que se han alejado de la Madre Naturaleza y no sienten la necesidad de las artes alquímicas y es por eso que aquí en Cali se han cerrado y están en cuarentena colegios de estrato cinco y seis.
Los padres debemos aprender estas artes pránicas y transmitirlas a nuestros hijos pues va a llegar un momento donde los fármacos, en los cuales los chicos tienen tanta fé, no van a tener operatividad. Llegó la hora. Nos convertimos en alquimistas o el proyecto de vida humano será arrasado por las pandemias venideras.
La conjunción Saturno - Mercurio nos da la esperanza de que el hombre mayor y el adolescente puedan encontrar un vínculo de comunicación. En preguntas esporádicas de los chicos y que el adulto de manera espontánea y casi desapercibida debe oír y responder. Esta oportunidad se abrió ahora en el Otoño.
También este gran trígono salvador sucedido en el signo de libra que es el del amor y el matrimonio nos invita a aprender la milenaria sabiduría del TANTRA para encontrar en la sexualidad su caracter sagrado, sanador y alquímico. Debemos retomar la sabiduría de Wilhem Reich díscipulo de Freud quien nos habla del Orgon y del Biom conceptos similares al Chi y al Prana. Podemos fortalecernos de Orgones si preservamos nuestra esencia los varones y vemos en nuestras amadas compañeras la divina Shakty del universo.
De alguna manera, las nuevas generaciones están buscando la magia y lo podemos deducir a través de la fascinación que los libros y las peliculas de Harry Potter y las lecturas de la saga de Crepúsculo producen en nuestros chicos. La magia realmente es maestría sobre el Prana y la mente. Y este poder se logra educando la voluntad y vectorizando la mente con desapego y humildad hacia un fin loable. Volviéndonos cocreadores con Dios sin intentar suplantarlo en ningún momento porque caeríamos de inmediato en la Magia Negra.
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